Los verdaderos poemas son incendios.
Vicente Huidobro
y es inútil
no habrá fuego
en mis restos de madera
pude rescatar del naufragio
un trozo de leña
hueco de tormenta
atravesado por tanta agua salada
lo quebré
para inventar dos trizas que se juntan
dos chispas
que no estaban
el revés de un vacío un agujero
aquí sigo todavía estrellando mis astillas
nada que encender
y te haces humo
nada que apagar
y eres ceniza
***
Y la interpretación implica una poética. En Huidobro, todo poema es un incendio. En Gómez Lara solo hay astillas, humo y ceniza, nunca fuego. De todas maneras, esta poética alcanza a incendiar algo.
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